Asociación Española de Fantasía,
Ciencia Ficción y Terror

Domingo Santos, premio Gabriel en la HispaCon 2003

En el transcurso de la XXI Hispacón - Congreso Nacional de Fantasía y Ciencia-Ficción, y durante la ceremonia de entrega de los premios Ignotus, le fue concedido a Domingo Santos el premio Gabriel por la labor de toda una vida.

Nota de prensa

Domingo Santos (Barcelona, 1941). A Domingo Santos (o Pedro Domingo Mutiño, pues éste es su verdadero nombre) se le puede considerar casi con toda seguridad como el escritor que mayor dedicación ha puesto por divulgar la ciencia ficción en nuestro país, y desde todos los ámbitos. Su carrera literaria comenzaría en 1959 a muy temprana edad dentro del mercado de la novela popular y para editoriales como Bruguera o Rollán, abordando todo tipo de géneros, como el western. Bajo el pseudónimo de P. Danger se publicó su primera novela de ciencia ficción, "¡Nos han robado la Luna!", en la colección Luchadores del Espacio. A pesar de que llegó a publicar doce novelas en Luchadores y cuatro en la colección Espacio (como Peter Dean), su período más representativo corresponde a la etapa que abrió con "Volveré ayer" en la colección Nebulae, en la cual fue uno de los poco escritores españoles que se codeaban con las primeras traducciones de Asimov, Simak o los hermanos Strugatski. Para esta colección publicó la antología de relatos "Meteoritos" y en 1962 las novelas "La cárcel de acero" y "Gabriel", traducida al francés y a la que se debe precisamente el nombre del premio honorífico que concede la Asociación. También de los años 60 datan las novelas "El visitante", "Burbuja" y "Mundo de autómatas". En los años 70, junto a Luis Vigil, se acercó a la fantasía heroica con "Nomanor" y "El bárbaro". En los años 80 publicó "El extraterrestre rosa" (Hache, reeditada por Timun Mas), "Hacedor de mundos" (Ultramar), y las antologías "Futuro Imperfecto" y "No lejos de la Tierra". Traductor prolífico (suya es la traducción al castellano de "Dune", de todos conocida), ha sido sin duda el principal director de colecciones de ciencia ficción en nuestro país: Acervo, Destino, ElDobleDeCienciaFicción, Júcar y Ultramar, así como asesor de la Biblioteca de Ciencia Ficción Orbis. Codirigió la revista Nueva Dimensión, en su última etapa ya en solitario, y por dos veces la edición española de la revista Asimov, puesto que ocupa en la actualidad. Mención especial en el premio UPC 1997 por "Bienvenidos al bicentenario del mundo" (Nova), recibió el premio Ignotus al mejor relato por "Mi esposa, mi hija", publicado en "Visiones 1997". Entre otros honores, uno de los premios al mejor relato de género ostenta su nombre.

Comentarios de Domingo Santos

Llega un momento en el que a uno le dan un poco de dentera los premios. Sobre todo cuando se trata de uno de esos premios "a la labor detoda una vida". Generalmente se conceden a la gente poco antes de que se muera, y yo no tengo ninguna intención de morirme. Todavía no.

De todos modos, me emocionó. Sobre todo porque era lo que menos me esperaba. El muy ladino de Rodolfo Martinez me habló de que iban a darle un premio a Pascual Enguidanos, y me pidió que, como no había podido venir, lo recogiera yo en su nombre. Me engañó miserablemente.

Quiero dar las gracias a la AEF&CF por este premio, que sé que ha sido dado de corazón. Y sobre todo, estoy contento de ver que la ciencia ficción española goza de muy buena salud a mi alrededor. Los nombres de las nuevas generaciones empujan fuerte. Creo que debería sentir un poco de envidia por ello, pero la verdad es que me alegro. Desde mi pequeño pedestal de "abuelito de la ciencia ficción española" (la frase no es mía, aunque ninguno de mis hijos me ha dado todavía un nieto), contemplo los nuevos nombres que surgen (no voy a mencionar ninguno, pero tengo al menos una doocena en la punta de la lengua, a cuál mejor) y me regocijo. Esto es lo importante. Me han dado un premio al pasado. Lo agradezco. Pero lo que importa es conceder premios al futuro. Hay candidatos de sobra para ellos. Afortunadamente para todos.

Gracias a la AEF&CF, y a todos los lectores de España que alguna vez me han leído.

Un abrazo,
Santos.

Más información y bibliografía

http://www.abast.es/~carlosg/cf&f/autores/santos.html

Algunos comentarios personales
Rodolfo Martínez

Hay figuras que uno podría calificar de "inevitables". Y, durante los últimos treinta y pico años Domingo Santos ha sido, no sólo una de esas figuras, sino probablemente la más importante y relevante. Como escritor ha sido responsable de un buen montón de magníficos relatos y un puñado de novelas no desdeñables. Como director marcó la orientación de buena parte de la ciencia ficción que se leía en este país, ya fuera a través de la revista "Nueva Dimensión" o por medio de las colecciones que coordinaba (recordemos Acervo ciencia ficción, Júcar Etiqueta Futura, Ultramar, Cronos o la Biblioteca Orbis de ciencia ficción). Como traductor fue el encargado de que leyéramos algunas obras clave de la ciencia ficción moderna como Dune, Forastero en Tierra Extraña o Cántico por Leibowitz. Y como articulista, a través de los editoriales de "Nueva Dimensión" fue responsable de algunas interesantes reflexiones en voz alta sobre el mundo que nos rodea.
Para cualquier aficionado español al género fantástico, la figura de Domingo Santos ha sido un compañero de viaje (y a veces un guía) incansable durante buena parte de su vida como lector.
Si hemos leído Mundos en el abismo e Hijos de la eternidad de Aguilera y Redal o la Trilogía de las Islas de Ángel Torres, se lo debemos a él. Fue a través de las páginas de "Nueva Dimensión" donde muchos aficionados tuvimos nuestro primer contacto con autores como Orson Scott Card o George R. R. Martin. Su novela Gabriel fue el primer éxito que tuvo la ciencia ficción española.
Parecería que estoy glosando una figura histórica ya desaparecida, un personaje que ha pasado a la memoria colectiva pero que sólo vive en nuestro recuerdo. Nada más lejos de la realidad: Domingo Santos sigue (en palabras de Neil Simon) still crazy after all these years y no ha dejado ni de escribir ni de traducir, y su labor como director de la nueva edición española del "Asimov’s Science Fiction" hace que siga siendo una presencia cercana e influyente en el actual panorama editorial.
Para mí (ya lo he comentado en otros lugares) Domingo Santos ha sido una presencia -unas veces más cercana, otras más remota- casi constante en mi vida como lector de ciencia ficción. Y, sin duda, uno de los momentos más satisfactorios de mi historia personal fue cuando, en el año 2000, me encargué de editar y coordinar el libro Sol 3: Especial Domingo Santos, el homenaje que la HispaCon (y la Semana Negra de Gijón) le tributaron en forma de lo que parecía un número más de "Nueva Dimensión".
Evidentemente, cuando la Junta de la Asociación Española de Fantasía y Ciencia Ficción decidió otorgar a Domingo el Premio Gabriel, no lo dudé un instante: yo debía ser quien entregara el premio, y habría luchado con uñas y dientes por ese privilegio. Llamadlo vanidad, si queréis, pero devolverle a Domingo, aunque fuera mínimamente, una parte de las satisfacciones que me había proporcionado durante todos estos años como lector de ciencia ficción, era una oportunidad que no podía dejar escapar.
Comentaba Miquel Barceló que el verdadero "señor Ciencia Ficción" no era Forrest J. Ackerman, sino Domingo Santos. No puedo estar más de acuerdo con él: Domingo respira ciencia ficción y cada uno de sus actos es una proclamación de amor por el género. Qué más se puede pedir.



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