- Responsabilidades del profesor -
- Consejos y sugerencias -


Ya sé que esta página tiene un poco de rollo, pero si eres profesor, tómate la molestia de leerla,
porque es importante. Gracias por la atención, y espero que te sea útil.


Una situación que siempre me ha parecido delicada es la siguiente: Tenemos a alguien (la edad no suele ser un detalle especialmente importante) con buenas cualidades físicas, técnicamente bueno en su arte marcial practicado, que tras unos años de trabajo duro consigue su cinturón negro. Y, de inmediato, se coloca de profesor en un gimnasio, le saludan y le llaman "Sensei" (o "Sifu" o lo que sea) en el Dojo.

En principio esto no tendría por qué ser malo. Dependerá de las cualidades de la persona en cuestión. Sin embargo, por muy buena que sea esa persona técnicamente, por muchos trofeos que tenga en su vitrina o, incluso, por muy buena voluntad que tenga esa persona, dedicarse a enseñar un arte marcial requiere mucho más que tener un cinturón negro. Hay que darse cuenta de que la carga que se toma sobre los hombros es enorme. De entrada, te conviertes automáticamente en responsable:

  • ...del buen nombre y la buena imagen de tu Arte Marcial.

  • ...de la transmisión correcta de las cosas que has aprendido, o, por el contrario, de hacerte cargo de la responsabilidad que implica enseñar algo de forma diferente (mucho cuidado con ésto: hay que estar muy seguro de lo que se hace y tener muy buenos motivos).

  • ...de que tus alumnos aprendan, independientemente de tu nivel (no se trata de impresionarlos, sino de que ellos aprendan).

  • ...de que tus alumnos disfruten. En principio "quien no esté a gusto, que se vaya a otra escuela" no es jamás una opción válida.

  • ...de dar ejemplo con tu comportamiento y carácter, muy especialmente si a tus clases van niños.

  • ...de la salud de tus alumnos: de su buen estado físico, de que se desarrollen correctamente sus capacidades y habilidades, de que no se lesionen ni haya accidentes, de tener en cuenta las características particulares de cada uno y no tratarles a todos por igual, de estar al tanto de su estado. Y...

  • ...de, si se produce un accidente, saber qué hacer para remediarlo.
Tema aparte es si el arte marcial que enseñas tiene además componentes filosóficos/espirituales, lo que tampoco es poca cosa. Se puede ser "del montón" a nivel de habilidad, o estar en baja forma física, y sin embargo ser un buen profesor (aunque, evidentemente, es preferible poder dar buen ejemplo). Y se puede ser una maravilla, invencible, y todo un atleta, y sin embargo ser incapaz de manejar una clase y hacer que los alumnos se interesen. Pero estas páginas tratan del tema "lesiones" y no entraré en otras consideraciones.

Se puede resumir todo lo dicho en las siguientes dos reglas:

  1. El profesor es responsable de todo lo que vaya mal, por acción o por omisión.
  2. En caso de que no tenga la culpa, se aplica la regla 1.
La única excepción es que los alumnos decidan hacer algo por su cuenta, fuera del Dojo, y se metan en problemas. Pero incluso en ese tema, el profesor puede preocuparse de inculcarles un poco de sentido común, mientras están a su cargo.

Y ahora, los consejos:

  • Hay artes marciales donde la posibilidad de lesiones es muy baja, por la propia naturaleza del estilo en cuestión. En otros, y por el mismo motivo, el peligro es más alto. Asegurate de conocer las particularidades de tu estilo y los problemas más frecuentes que pueden aparecer, y de saber qué hacer en cada caso.

  • Algunos estilos (por lo general, los más "tradicionales"), enseñan técnicas que no son de combate sino "de medicina". Aunque no te las pidan para el examen de cinturón negro, deberías hacer incapié en su estudio.

  • Organiza las clases pensando tanto en la técnica como en la salud. Si por falta de tiempo tienes que reducir alguna faceta, que no sea la del precalentamiento.

  • Un alumno que se lesiona, se agota, o sufre físicamente más allá de un nivel razonable, es candidato a dejar las artes marciales y no volver a pisar un gimnasio. Asegurate de que conoces las particularidades de cada uno, y si es necesario reserva parte del tiempo de entrenamiento para que cada uno trabaje de forma específica o incluso descanse.

  • Tampoco seas demasiado blando. Sin "sufrir" un poco no se progresa. La capacidad para coger el "punto" adecuado se consigue con la experiencia, de modo que paciencia. Un buen truco para detectar que se trabaja a un nivel adecuado, es que los alumnos salgan cansados (e incluso lo mencionen) pero se les note satisfechos, que sientan ese cansancio como algo "agradable".

  • Respecto a las condiciones individuales, y aunque algunos piensen que es una pérdida de tiempo, los tests de aptitud física son una herramienta útil para el profesor, ya que le sirven para conocer con exactitud el nivel físico y los posibles puntos débiles de cada alumno. En otra página describo algunos de estos tests. Y tienen una utilidad adicional: Si a cada alumno nuevo se le pasan estos tests el primer día, se guardan los resultados, y 5 o 6 meses después se le vuelven a pasar y se comparan, el alumno tendrá una prueba visible de la mejora física que le ha proporcionado la práctica del arte marcial y estará mucho más motivado para seguir.

  • Por último, pero no menos importante, creo que cualquier profesor que quiera ser digno que le llamen "Sensei" (o Sifu, o Soke, o lo que sea), debería de realizar un cursillo de primeros auxílios, o conocer bien las técnicas "médicas" de su arte marcial -si las hubiere-, o, en general, adquirir algún típo de conocimiento sobre tratamiento de lesiones deportivas, centrado en los posibles problemas con los que se pueda encontrar. Leer estas páginas es mejor que nada, pero es aún mejor seguir algún curso donde se pueda conseguir un poco de práctica. Estoy seguro de que a nadie le costará encontrar dónde realizar dicho curso. Por ejemplo, las secciones de la Cruz Roja de cada país suelen hacerlos. Añado una página con las direcciones web de todas las páginas de la Cruz Roja que conozco, y donde se puede conseguir información al respecto, por si a alguien le interesa.


Envía aquí tus opiniones, preguntas, y/o colaboraciones. Todo es bienvenido. Página anterior

"Gorinkai" © 1998 Antonio Rivas Gonzálvez